domingo, 26 de marzo de 2017

LA GANADORA.

No dicen que valga, que sea sabia, que sepa. Sólo dicen que es la persona adecuada porque gana.
La idiotez de elevar a criterio de valor un hecho tan tonto como el de ser un ganador, o ganadora en este caso.
Ganar no es ser mejor, es llegar antes, aunque a veces no se sepa dónde.
En todo caso, si este es el criterio, tampoco vale porque no dice nada. Si un don nadie como yo se presentara a las elecciones andaluzas encabezando las listas del PSOE, también ganaría.
Dicen que es la persona que España necesita, pero yo desde luego no la necesito para nada.
Mejor que se dedicara a repasar las asignaturas de esa carrera de Derecho que le costó Dios y ayuda aprobar, dicho esto en su sentido más estrictamente literal.



sábado, 18 de marzo de 2017

SUEÑOS RECURRENTES.

A veces tengo sueños recurrentes. En uno de ellos se me comunica que hay una asignatura de la carrera que no he cursado y por tanto, no tengo el título. Me tengo que presentar al examen pero no he preparado nada y no sé cómo salir airoso de la situación.
En otro sueño que se me repite con cierta frecuencia me veo de nuevo en el cuartel, pues debo cumplir unos meses de Servicio Militar a pesar de haberme licenciado hace ya tiempo.
También me veo en ocasiones visitando lugares en los que hace años que no he estado.
Con todo hay un sueño que me causa especial impacto: estoy hablando a unos alumnos y estos me escuchan y prestan atención.
Les doy instrucciones y las cumplen, haciéndome caso. Este último sueño me produce tal sorpresa y sobresalto que casi me asusto ante lo inverosímil del fenómeno, hasta tal punto que suelo despertarme con palpitaciones y envuelto en sudor.
Por fortuna, en la vida real todo vuelve a su cauce, nadie me hace caso y yo puedo respirar tranquilo.
Extraño en verdad, el mundo onírico.


martes, 7 de marzo de 2017

PROPUESTA DE PELEA ORGANIZADA.

Un diputado ruso ha propuesto regular las peleas de aficionados ultras que se producen en las inmediaciones de los estadios con la intención de que pierdan su carácter de lucha caótica y se transformen en un espectáculo perfectamente organizado.
Según la ocurrencia de este padre de la patria se trata de organizar en debido modo, lugar y hora a grupos de veinte aficionados que se darían golpes, palizas, patadas y demás actividades que requieran tan alto empleo neuronal de tal manera que los participantes puedan sacudirse entre ellos a más y mejor.
Brillante es la idea, tanto como la inteligencia del diputado que la propone. No obstante, puede que a su alta penetración (intelectual) haya escapado alguna que otra consecuencia.
Entre las posibles derivaciones no deseadas yo veo la siguiente: si se va a celebrar una pelea organizada de veinte contra veinte, dudo que el espectáculo no atraiga a seguidores de cada uno de los bandos, que puede que se peleen de forma no organizada entre ellos, originando lo que en cierto modo sería una metapelea, que a su vez debería ser reducida a una nueva organización de veinte contra veinte de entre este segundo grupo de seguidores. Una vez hecho esto, aparecerían nuevos animadores que a su vez se verían sometidos a la misma reglamentación y así hasta el infinito.
Sería la versión a hostia limpia del juego de esas muñecas rusas dentro de las cuales hay una muñeca más pequeña que, a su vez, contiene otra muñeca más pequeña.
Detrás de la propuesta del diputado se esconde un profundo desconocimiento de los procesos al infinito.
Hay personas que piensan que, dado el caso del choque frontal de dos trenes, puesto que el primer vagón de cada uno de los trenes recibiría sin duda el más fuerte impacto, la solución sería suprimir en cada tren el primer vagón. Personas que desconocen que una cosa es la materialidad de un vagón y otra el orden, en el cual siempre habrá o un primer vagón o un vagón único.
Larga vida al diputado ruso.