Hoy
es la fiesta de la calabaza. Costumbre no muy antigua que, aunque de origen
celta, ha llegado a nosotros por influencia de los norteamericanos de USA.
Recuerdo
de pequeño haber leído por esas fechas la inquietante Leyenda del monte de las ánimas de Bécquer, mejor escritor de lo que a veces se suele pensar. También
era costumbre representar el Don Juan
de Zorrilla, obra despreciada por su propio autor pero de indudable impacto
popular durante muchos años.
Ahora
todo esto es historia. La calabaza se ha impuesto sin discusión posible.
También se impuso la costumbre de que los mozalbetes arrojaran huevos al paso
de los autobuses, lo que provocaba un
placer difícil de describir al parecer.
Cada
cual se divierte como puede y sabe pero en lo que a mí respecta no puedo evitar
sentir fastidio por una moda que nunca me agradó.
En
fin, diviértase todo el mundo, pero si mi opinión vale algo, aunque creo que
no, se podrían meter la calabaza por el culo, si de tener experiencias al
límite se trata.
Vale.
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