lunes, 11 de agosto de 2025

NO TENGO RAÍCES.

 

No soy católico. Sólo voy a la iglesia en funerales y otros compromisos.

No me gustan los toros, me parecen una costumbre bárbara.

Soy español. Ni muy ni poco español. Lo soy por casualidad, no tiene mérito. Una vez que lo soy deseo para mi país lo mejor.

No tengo raíces, porque soy una persona, no una palmera. Tengo piernas , no raíces, por lo que soy, como todo ser humano, emigrante por naturaleza.

Quiero un país mestizo porque lo más natural es la mezcla. La " pureza" es una abstracción de lunáticos.

En fin, quiero libertad de verdad, no la mercancía averiada que por tal se está vendiendo y que, por desgracia, tantos compran.

 

lunes, 14 de julio de 2025

UN PROFESOR QUE SE MARCHA.

A lo largo de mi carrera como profesor de instituto ( 1988. 2020) he tenido muchos compañeros y compañeras. Con la mayoría de ellos mi relación ha sido correcta. Con unos pocos mi relación lo ha sido de amistad, También, hay que reconocerlo, he tenido que trabajar con auténticos canallas, aunque, por fortuna, estos han sido los menos, aunque su daño en la profesión ha sido notable y, por ellos, muchas veces ha existido la tentación de juzgarnos a los demás.

Entre los mejores, sin ningún género de dudas, figura David, el profesor de matemáticas del Ies Al Satt, Cuando lo conocí, en septiembre de 2005, este profesor tenía 26 años, muy jovencito para la responsabilidad de enfrentarse a un aula con tipos y personalidades de lo más variopinto. En seguida me llamó la atención su energía y personalidad. David, pese a su juventud, desempeñaba su tarea con gran personalidad y con gran energía. Desprendía autoridad, que no autoritarismo, pero todo ello desde una energía tranquila. Yo, que por edad podría haber sido perfectamente su profesor, no dejaba de admirar su tranquilo saber hacer. Sin necesidad de gritos y gestos de autoridad conseguía lo que quería pues su autoridad no era la enfática del que se sabe en una posición de poder sino la auténtica de quien sabe lo que hay que hacer y cómo hacerlo.

Como compañero lo tuve en los turnos de guardia y me entendía a las mil maravillas con él, desdramatizando en lo posible nuestras actuaciones. Solíamos hacer bromas y creo que él también apreciaba mi forma de ser. Cuando había que entrar en un aula sin profesor yo le decía “espera que prepare la cara de estúpido para entrar”. Cuando por fin yo consideraba que había alcanzado el suficiente nivel de estupidez en mi expresión entraba en el aula y profería todo tipo de amenazas que por supuesto no pensaba cumplir. Eso lo hacíamos con los críos más pequeños, evidentemente.

Cuando estábamos en clase o bien él o bien yo, a través de los ventanales hacíamos gestos de broma intentando descomponer la figura que en ese momento estaba dando clase.

Siendo profesor de matemáticas, su orientación, básicamente humanista, hacía que se interesara por otros temas, como por ejemplo la música, compartidos por mí.

Ahora se va. Junto con su mujer, se traslada a León. Es su deseo y por mi parte espero que le vaya bien pero el Al Satt pierde a uno de esos profesores que hacen que ese instituto ya sea otro.

David es un buen ejemplo del lema “suaviter in modo, fortiter in re”, es decir, suave en la forma pero fuerte, serio y contundente en lo real.

Que tengas mucha suerte y fortuna en tu nuevo destino.

 


domingo, 13 de julio de 2025

UN POEMA MAL ATRIBUÍDO.

Cuando los nazis vinieron a llevarse a los comunistas,
guardé silencio,
porque yo no era comunista,

Cuando encarcelaron a los socialdemócratas,
guardé silencio,
porque yo no era socialdemócrata,

Cuando vinieron a buscar a los sindicalistas,
no protesté,
porque yo no era sindicalista,

Cuando vinieron a llevarse a los judíos,
no protesté,
porque yo no era judío,

Cuando vinieron a buscarme,
no había nadie más que pudiera protestar.

Este es un poema muy famoso, sin título y sin una versión clara, pues su transmisión fue básicamente oral.
Lo más curioso del texto es su atribución. Muy citado en cualquier circunstancia donde alguien se sienta perseguido, se le suele adjudicar sistemáticamente al dramaturgo alemán Bertolt Brecht. El único problema de tal atribución es que Brecht jamás escribió tal poema.
El verdadero autor del célebre y problemático texto es Gustav Emil Martin Niemoller, un pastor protestante. Como muchos de los miembros de la iglesia evangélica alemana, Niemoller no vio con disgusto el acceso de Hitler al poder en 1933, dada la fuerte oposición y temor que muchos miembros del protestantismo alemán sentían hacia los socialdemócratas y, por supuesto, a los comunistas. Poco a poco su actitud hacia la tiranía nazi fue evolucionando de la aprobación a la decepción para culminar en franca oposición.
El texto se ha citado con añadidos y supresiones. En Estados Unidos es frecuente la omisión de la referencia a los comunistas. Por otro lado, en alguna versiones aparece una referencia a los católicos que parece que no estaba en la intención de Niemoller.
¿Por qué casi todo el mundo cita esta palabras como pertenecientes a Brecht? Probablemente por la misma razón que muchos ponen en boca de Don Quijote la expresión "con la Iglesia hemos topado", que jamás pronunció el hidalgo manchego.
Dejando aparte la cuestión de la autoría, el texto es en sí demoledor. Es un mensaje que recalca la superioridad de la humanidad respecto de la tribu.
Ningún sufrimiento nos debe resultar ajeno, por lejanos que nos podamos sentir hacia quienes en un determinado momento sufren.

domingo, 1 de junio de 2025

¿NI TANTO NI TAN CALVO?

Cuando alguien dice que todos los extremos son iguales y por tanto todos son malos piensa que está diciendo una verdad inatacable pero en realidad no está diciendo nada.

Es verdad que son iguales, porque los extremos son eso, extremos, y en este sentido son iguales. Que sean malos sólo se podría afirmar si se establece que un extremo es malo por el hecho de ser extremo, cosa en principio que no resulta nada clara.

Quien dice esto lo que trata de afirmar es la bondad del término medio, pero tampoco ha entendido lo que quiso decir Aristóteles con ello: el término medio lo es entre dos extremos en lo que se refiere a nuestras acciones y pasiones, no en cuanto al valor. No entender esto es confundir el término medio con una ética de la mediocridad.

Sería un poco absurdo decir que en cuanto al robo, la virtud consiste ni en robar constantemente ni en no robar nada sino en robar de forma moderada, de vez en cuando pero sin pasarse.

Igual de absurdo, pero más sórdido sería establecer que en la relación de pareja lo adecuado es ni ser constantemente fiel ni no serlo nunca, sino ser fiel de forma moderada, siendo infiel también, pero sin excederse.

En cuanto a matar a alguien, sería absurdo decir que lo justo y adecuado es ni pasarse y matar por ahí cada día a alguien ni ser tan tímido que nunca se atreva uno a cargarse a alguien: lo suyo, por tanto, para no caer en el extremo, sería matar, pero poco a poco y a pocos, no ir matando a troche y a moche.

En cuanto a la corrupción, el extremo estaría ocupado por quien nunca es corrupto o por quien lo es siempre y el término medio por quien es corrupto de vez en cuando, a ratos perdidos.

Desde el punto de vista del valor, para el propio Aristóteles, la virtud ética es un extremo puesto que es lo mejor. Si no se entiende esto bien, se extraería la errónea interpretación de que pues la virtud ética es un término medio, lo suyo es no ser ni muy bueno ni muy malo, sino un término medio entre estos dos extremos, lo cual es absurdo para Aristóteles y para todo el mundo.

 

Decir que todo extremo es igual no es una afirmación política ni ética, es una afirmación geométrica vacía de contenido con la cual mucha gente quiere flotar para salir airosa de cualquier compromiso, o disimular su indigencia de pensamiento.


martes, 20 de mayo de 2025

AGAMENÓN O ARMAGEDÓN.

 

Ayer, mientras escuchaba un programa de opinión pude oir a una de las participantes afirmar que  la actuación del ejército israelí en Gaza supone un auténtico “Agamenón”.

Supuse que  no tenía mucho sentido la referencia al “generalísimo” de la guerra de Troya y que, probablemente, lo que la opinadora quería referir es que la actuación de Israel está causando un “armagedón”, expresión de resonancias apocalípticas que se suele utilizar para referirse a batallas últimas y cruentas, como por ejemplo las que sostuvo la Alemania hitleriana en 1945 al luchar hasta el final y negarse a capitular y reconocer una derrota inevitable.

Dejando atrás la curiosa y en cierto modo graciosa confusión de la periodista, Agamenón o Armagedón, de lo que no cabe duda es de que la actuación del ejército israelí sobre Gaza es un genocidio.

Hay gentes que no lo quieren ver. Hay enanos que niegan evidencias,

Ser enano no es un desdoro, es una característica física y nadie es responsable del cuerpo que Dios le ha dado. Eso sí, hay enanos mentales cuyo físico más que corporal es más bien alegoría de su pequeñez ética y poca valía intelectual.