Estoy dándole vueltas a la idea de que quizá Rajoy sea un
genio de la política. Franco echaba a sus ministros mediante el motorista que
les comunicaba su cese. Stalin hacía que sus colaboradores desaparecieran de
las fotos y de paso de la existencia. De hecho, el tío José fue el inventor del
fotoshop.
Don Mariano no mueve un dedo, no se inmuta, como Don
Tancredo. Nada dice, nada propone, pero va dejando en la cuneta a todo aquel
que pudiera tener peso y hacerle sombra. Han desaparecido personas influyentes como
Francisco Álvarez Cascos, Jaime Mayor Oreja, Ruiz Gallardón y ahora Rodrigo
Rato. A Aznar lo ha reducido a oráculo y guardián de las esencias, siempre
enfadado, figura prestigiosa a la que nadie hace caso en el fondo.
Artur Mas puede ser la siguiente víctima.
La táctica es siempre la misma: esperar a que sus rivales
se cuezan en su propia salsa. Nunca va a por el partido sino que se agazapa
atrás a esperar el error, que se acaba produciendo.
No es un hombre muy culto. Tampoco creo que sea un
portento de inteligencia, pero es astuto, ha hecho del no decir nada un arte.
¡ Cuidado con los hombres aparentemente poco importantes!
Puede estar años.
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