viernes, 9 de marzo de 2018

MATERIALISMO HISPÁNICO.


España es materialista. No en el sentido en que lo fueron los materialistas franceses del XVIII. Menos aún en el sentido en que lo fue Marx.
Aquí somos materialistas en su sentido más literal y mostrenco: podemos comprender qué es una ladrillo porque lo podemos ver, tocar con las manos y, ya puestos, arrojárselo a alguien.
Resultado de imagen de DUELO A GARROTAZOS

Más de uno me ha preguntado si realmente un director de orquesta hace algo. Eso de ver a un señor agitando los brazos y asociarlo con la música que está sonando nos parece que no guarda relación con algo real. Nuestra mente nos da para entender qué hace un pianista dado que comprendemos la relación entre alguien que toca unas teclas y el sonido que produce: ahí vemos un contacto físico directo.
Cualquier otra cosa nos parece ya magia, ya embeleco.
En España no creemos en Dios pero sí que podemos captar el sentido de una escultura de Cristo o de la Virgen, porque somos más dados a la imagen que al concepto.
Podremos ser una país de fanáticos pero jamás de teólogos.
De la filosofía, para qué hablar.

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