Hablar varios idiomas es una
importante herramienta para trabajar en cualquier campo así como para gozar de
los bienes culturales en su idioma original sin necesidad de depender de
traducciones.
Las nuevas generaciones han tenido la
oportunidad de adquirir un segundo idioma con una facilidad de la que
anteriores generaciones no dispusieron ( lo cual no empece para que suspendan
sistemáticamente inglés así como matemáticas y lengua, curiosamente las
asignaturas que más veces aparecen desde la infancia hasta la primera juventud).
Lo que nunca hará un idioma es
aumentar la inteligencia del que lo habla. Si quien lo hace es persona inteligente,
el idioma será una palanca para que esa inteligencia se encauce con mayor
fertilidad. Si quien lo hace es tonto de capirote, cosa más extendida de lo que
parece, el idioma añadirá a su natural tontuna una pátina de pedantería y
presunción para que su estupidez se muestre no sólo en su lengua materna sino
en todas las que posea o crea poseer.
Parece que Ortega, cuando le
comentaron que Madariaga hablaba en varias lenguas dijo que éste era tonto en varios
idiomas ( a veces Ortega daba en el clavo).
La lengua, por importante que sea, no
es más que un instrumento. Siempre será mejor disponer de varios instrumentos
que de uno solo pero no estaría de más saber tocar con ellos alguna pieza que
mereciera la pena.
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