miércoles, 29 de noviembre de 2017

INICIATIVA EMPRENDEDORA.

Cada gobierno se cree en el caso de aportar su peculiar toque a la enseñanza. El profesor, en este caso un servidor de ustedes, procura no hacer mucho caso a lo que los líderes consideran novedad y que él sólo ve como ocurrencia.
En tiempos de Zapatero todo era ciudadanía. De hecho, la asignatura de Filosofía pasó a llamarse Filosofía y Ciudadanía. La geología y la botánica no se libraban de un toque ciudadano.
En eso llegó Rajoy. Se acabó la diversión, llegó el comandante y mandó a parar. Nada de ciudadanía, en su lugar, espíritu emprendedor.
Todo tenía que llevar un toque de espíritu emprendedor. Apareció en el temario de Filosofía una lección sobre iniciativa emprendedora que tenía que explicar yo, que nunca he conseguido emprender nada. Decidí que no me daba tiempo de dar esa lección y acerté. No sé qué me pasa pero nunca me da tiempo de impartirla. Como el tiempo lo administro yo, nunca me dará tiempo.
El hecho cierto es que algo del espíritu emprendedor del caudillo de Pontevedra ha calado en el ánimo de los alumnos. Hoy un niño, el mismo que hace unos días me manifestó su deseo de ser un percebe, me ha preguntado acerca de una idea que le ha surgido: montar una empresa dedicada a la fabricación de chubasqueros para peces.

Al final vamos a desmentir a Max Weber con su idea de que el espíritu del capitalismo caló de manera más honda en los países de ética calvinista. Por fin, gracias a la iniciativa emprendedora nuestros jóvenes van a transformar España y la van a situar en la senda de la modernidad.

martes, 28 de noviembre de 2017

O CON LA BUTIFARRA O CONTRA LA BUTIFARRA.

La aplicación por parte del gobierno del artículo 155 de la Constitución con el fin de frenar el proceso independentista catalán y la sorprendente decisión del presidente del gobierno de convocar elecciones autonómicas para el día 21 de diciembre (sorprendente por la rapidez de la decisión en contraste con la habitual parsimonia con que se produce el caudillo de Pontevedra) ha provocado cierto desconcierto e incierto concierto en las filas de los líderes del proceso.
Una primera respuesta fue brindada por las Cup, que decidieron en un primer momento no participar en los comicios y celebrar en su lugar una paella insumisa. Como quiera que resulta difícil saber qué es una paella insumisa, la propuesta decayó y en su lugar propusieron participar en las elecciones, insumisos pero obedientes.
No faltó quien defendiera la oportunidad de realizar una gran butifarrada, pero tal propuesta hirió los sentimientos de los que a la condición de independentistas añaden la de veganos, de tal manera que las fuerzas liberadoras quedaron divididas en un sector pro butifarra y un sector anti butifarra. Ante el riesgo que tal división de fuerzas suponía frente a las huestes centralistas, se decidió aparcar tales diferencias y pensar en otros platos, descartándose la tortilla dado que esta se divide en española, hostil, y francesa, siempre jacobina y centralista.
Así hemos llegado al actual estado de la cuestión: un gazpacho de propuestas revueltas, una empanada mental y una diarrea también mental y puede que incluso real.

¿Qué se hizo de la famosa y ponderada dieta mediterránea?.

domingo, 5 de noviembre de 2017

EL "LÍDER".

La primera vez que oí la palabra "líder" no fue en referencia a ningún personaje político ni histórico.


Siendo niño solía seguir con atención la información sobre el Tour de Francia. Constantemente se hacía mención a ciclistas como el español Luis Ocaña, el italiano Felice Gimondi y, por último y de forma destacada al "líder" Eddy Merckx. Como quiera que la palabra "líder" iba siempre unida a Merckx, la palabra "español" a Ocaña y la palabra "italiano" a Gimondi, yo, llevado de mis pocos años y conocimientos, llegué a pensar que "líder" hacía referencia a una nacionalidad, de tal manera que en la escuela, cuando alguien me dijo que Merckx era belga, yo lo negué con rotundidad y repliqué que el citado corredor no sólo no era belga sino que era líder.
Lo cierto es que mi infantil error encerraba algo de verdad, pues dudo que en el último siglo Bélgica haya tenido nada parecido a un líder como su famoso campeón ciclista.
Bélgica siempre es más protagonista por lo que le pasa que por lo que hace. Dos invasiones en el siglo XX sin que de nada le valiera exhibir sus pocos deseos de luchar y su neutralidad.
Ahora cae sobre ese extraño país un meteorito en forma de líder, no como Merckx, de ciclismo sino de algo que nadie sabe muy bien qué es.
El campeón belga fue durante años el amo de la ruta. Nuestro líder también corre una carrera, pero que no lleva a ninguna meta sino al fracaso y a la frustración.

Nuestro líder está haciendo el ridículo. Más o menos lo que los italianos llaman una "figura di merda".