En
el trabajo se dan tres tipos de gentes: amigos, compañeros y pelmas que se
montaron en tu mismo vagón.
Los
amigos siempre son pocos y así ha sido siempre excepto en Facebook.
Los
compañeros son mayoría: con ellos las relaciones son correctas pero sabes que
cuando acabe el viaje probablemente no te los encontrarás con mucha frecuencia.
Los
pelmas ahí están. No son muchos pero son constantes y pertinaces en su
estulticia. La única esperanza que te queda es que se bajen en alguna parada
próxima y te dejen tranquilo en tu viaje. Otra posibilidad es que sea uno el
que se canse y se baje antes de tiempo.
El
que resiste gana.
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