Hoy
a las seis de la tarde, partido Francia-Alemania en el mundial.
No
me va nada en el encuentro, espero que pase el mejor, pero lo único que lamento
es que por fuerza dejará de sonar a partir de hoy uno de los dos himnos más
bonitos que existen.
Lástima
que los realizadores, al querer registrar tanto el canto de los aficionados
como el de los jugadores acaben provocando desajustes.
El
himno francés, la Marsellesa, tiene una fuerza e impacto que fueron muy bien
captados en la famosa escena de la película Casablanca.
El
himno alemán es un verdadero himno ( en realidad la Marsellesa más que himno es
una marcha de lucha). El compositor de la música de lo que acabó siendo himno
alemán no era malo precisamente.
No
soy yo un gran apasionado de los himnos nacionales ( la letra de la mayoría de
ellos es un canto al horror y a la imbecilidad de la identidad ) pero las
músicas que forman los dos himnos de hoy trascienden con mucho el estrecho
margen de las ceremonias oficiales y tienen verdadera altura.
Durante
más de 70 años franceses y alemanes fueron enemigos irreconciliables. Esperemos
que hoy la lucha sea deportiva y noble.
Al
menos en una eliminatoria más tendremos oportunidad de escuchar uno de estos
dos grandes himnos.
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