miércoles, 10 de junio de 2015

EXÉGESIS DE LA LETRA DE "LA BAMBA".

Para bailar la bamba
Para bailar la bamba
Se necesita una poca de gracia
una poca de gracia
Mamita y ya
y arriba y arriba
y arriba y arriba y
por ti seré, por ti seré.
yo no soy marinero
yo no soy marinero,
soy capitán,
soy capitán
Bamba, bamba,
bamba, bamba
bamba, bamba
bamba, bamba

COMENTARIO RAZONADO.

Si desea usted bailar la bamba ha de ir provisto de un poco de gracia, pero siendo ello condición necesaria no lo es suficiente, toda vez que junto con la indispensable gracia será preciso ir ahí arriba y arriba, sea ello lo que fuere, de donde se obtiene la conclusión clara y diáfana de que yo no soy marinero, por lo cual, con férrea lógica se desprende, y ello es evidente, que al no ser marinero he de ser forzosamente capitán, pues, ¿ de qué manera puede ser alguien capitán siendo a la par marinero?
Todos los anteriores requisitos han de cumplirse con cariñosas y constantes invocaciones a la madre de uno, como demuestra el diminutivo que acompaña a las expresiones dirigidas a la que nos dio el ser.
En conjunto, si somos capaces de transcender el carácter gramaticalmente finalista de la oración con que comienza tan juicioso texto, nos daremos cuenta que todo él no sobrepasa el marco de un imperativo hipotético, dado que los consejos y mandatos que se vierten en el mismo quedan subordinados al deseo por parte del sujeto de querer bailar la bamba.
El imperativo, dado su carácter hipotético, no nos manda en modo alguno bailar la bamba; sólo nos indica qué debemos hacer si es que lo que deseamos es bailar la misma.
El mandato de bailar la bamba se mantiene en la órbita de una moral heterónoma, por tanto, y, a pesar de su profundidad e indudable interés, no logra alcanzar el nivel autónomo propio de la imperatividad categórica.
Esto es todo lo que se puede decir a día de hoy, a falta de ulteriores investigaciones, sobre el significado de una de las letras más líricas, bellas y coherentes que canción alguna haya tenido.


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